11 de junio de 2007

Algún día serán grandes (y) campeones

El representativo de tenis de mesa de La Plata Nihongo Gakko volvió a demostrar su dominio en el torneo organizado por el Centro de Cultura e Idioma Japonés en la Argentina (Kyoren), que, en esta oportunidad, fue coordinado por la Agrupación Oeste, el 3 de junio, en el Club Japonés de Merlo.
La competencia de interescuelas, que incluye a chicos de entre seis y catorce años, fue ganada por La Plata por tercer año consecutivo, aunque cabe destacar que, entre las Damas, es el quinto título seguido (desde el 2003 hasta este año).
Las posiciones finales por Gakko fueron: 1) La Plata Nihongo Gakko, con 46 puntos en Damas y 46 en Caballeros; 2) Burzaco, 28 y 18; 3) Sarmiento, 25 y 6; 4) Florencio Varela, 1 y 23; 5) Marcos Paz, 6 y 11; 6) Seibu, 11 y 5, y 7) Merlo, 0 y 8.
Estos chicos, algún día, nos van a pasar el "trapo", y no a nuestras mesas, que bastante polvo tienen.
Las principales posiciones en los resultados individuales se pueden bajar al lado.




PD: el año que viene tendríamos que invitar a algunas de estas agrupaciones, que tienen infantiles y no los tuvimos en cuenta, como Merlo, Marcos Paz y Seibu (dejo constancia de esto así, el año que viene, lo leo y lo recuerdo).

8 comentarios:

carkome dijo...

Seria interesante,para que en un futuro cercano,esos chiquilines no nos pasen el trapo,a(C.O.A.como agrupación),poder contar nosotros también,con otros chiquilines como ellos.Pero para ello ,es necesario,de un objetivo y una planificación a largo plazo.
Por tal motivo,desde una humilde opinión,sería bueno que algún día podamos sentarnos,charlar e intercambiar ideas,para ver si podríamos hacer algo y qué.

Takyu dijo...

Y... sí... volver a ser chico ya no se puede.

mónica dijo...

¡Yo tengo planificación a largo plazo! ¡Voy a hacer hijitos y a ponerlos a entrenar en COA y para COA! Jeje. Todo legal, eh. De verdad, cuando se dé (si se da), si la vida me da la satisfacción de tener una linda descendencia, le voy a mostrar que existe este deporte hermoso, y si le gusta (que espero que le guste), haré lo posible para que pueda lograr lo que yo no pude ni voy a poder. Y espero que en ese momento estén dadas las condiciones para contar en COA con sensei al menos tan buenos como los que me ayudan ahora y que la actividad esté consolidada en la institución.

Takyu dijo...

Yo pensé en atraer a los pibitos (como Sebi, por ejemplo), que entrenan en otros lugares, así, cuando vienen con nosotros, ya no hay que enseñarles nada y juegan y otros chicos los ven y piensan que juegan así porque en COA todos jugamos así y se copan y se acoplan y así juntamos como un mini ejército de jugadores infantiles buenísimos.
A Moni le salió la mamá que lleva dentro. Y si hace lo posible lo que ella no ha podido lograr (todavía se puede, ¡sí, se puede!, como gritan los hinchas de fútbol de países que no tienen grandes equipos), ¡'va a ser una castradora!
Yo me acuerdo que empecé a jugar al ping pong a los 11, más o menos. Iba al club con los chicos del barrio y un día participamos en un torneo (lo organizaron desde la federación para captar nuevos talentos). Creo que anduve regular, y un amigo salió segundo, así que captaron un talento. La cuestión es que tanto él como yo nos enganchamos y él fue bastante bueno y yo, que era más chico, jugaba contra los más grandes. Ahora, nunca nadie me entrenó, sino que fui aprendiendo mientras jugaba, mientras me ganaban, mientras me hacían trampa. Saques, mañanas, tops... Íbamos a torneos, veíamos cómo jugaban los que sabían y luego volvíamos a nuestro club, que tenía una mesa de madera con los bordes astillados, y que usaba otra madera como red (pero teníamos vista al río, a la arena), y practicábamos eso. Todo bastante inconsciente, y bastante inconstante. ¡Ah, también recuerdo que jugábamos, a veces, con una pelotita que le decíamos "cascote"! En resumen, supongo que encontraba al juego muy divertido, que miraba a los que jugaban de verdad y que cuando intentaba copiar algo y me salía sentía mucha satisfacción. Perdí el hilo del relato...
Y también apostábamos "una coca".

mónica dijo...

Mi faceta Susanita. Bueno, tal vez aunque no sea lo que quiero voy terminar como madre castradora... jajaja. Mi visión es que puedan hacer lo que quieran (querer como amar, gustar, nada de libertinaje, jaja) y darles apoyo, facilitarles medios, alentarlos. Es lo que hay que hacer con cualquier chico, supongo. Caso contrario, van a quedar como yo... y bue, quién quiere más gente como yo en este mundo.
En cuanto a los chicos, habría que ver cómo hacen en otros lados. Me pinta que por ejemplo el horario no ayuda mucho. Imagino que los chicos en edad escolar deben hacer este tipo de actividades onda sábados a la mañana o a la tarde... bah, justo yo no tengo mucha noción... La idea del mini ejército suena de película. Igual, el otro día en el torneo vi por primera vez muchos chicos de película. Increíble. ¡Increíble!
Me parece importantísima la técnica (que vi en muchos de esos chicos y es lo que más me sorprendió). Pero sin dudas lo mejor es entrar al juego como lo que es, JUEGO. Y divertirse.

Nota: estuvo bueno conocer cómo nace un "número uno". Fuera de broma, gracias por compartir tu experiencia.

Takyu dijo...

Susanita tenía un ratón que soñaba con ser campeón, pero de ajedrez.
La gran sensei de Carlitos dijo: "A mí me importa que ustedes aprendan la tácnica, porque así van a poder seguir progresando. Podrán perder partidos contra gente que es pingponera, pero que carece de técnica, pero ellos tienen un techo, ustedes no".
CHe, todavía no conté cómo hizo mi amigo para ser un número uno.

mónica dijo...

¿Tácnica = técnica + táctica?

Takyu dijo...

¡Perdón, che! Era técnica.